El Banco del Tiempo es un sistema de intercambio de productos y servicios por tiempo, donde la unidad o moneda de intercambio es “el tiempo”, independientemente del producto y/o servicio que se preste o que se reciba.
Los productos y/o servicios de intercambio son muy variados y generalmente suponen un complemento para adquirir o gestionar ciertas necesidades del día a día empresarial.
Con el intercambio de tiempo, se ofrece la posibilidad de conocernos y confiar en los demás para resolver necesidades concretas, en beneficio de la comunidad empresarial.
Al darte de alta en el Banco de Tiempo, dispondrás de una cuenta bancaria de tiempo como en la vida real, en la que puedes abrir una cuenta bancaria para ti como emprendedor/a o tu microempresa.
Lo más importante para entender el funcionamiento de un banco de tiempo es que la moneda es tiempo y que para ganar moneda lo que tienes que hacer es que otros usuarios te hagan pedidos de tiempo para que les prestes el servicio ofertado. Luego, de la misma forma, podrás pedir servicios a otros usuarios del Banco del Tiempo para que te presten sus servicios. Esa es la filosofía. Un banco de tiempo no pretende substituir al mercado tradicional, pretende complementarlo y fomentar la creación de redes de colaboración que luego pueden fructificar en colaboraciones fuera del marco del banco de tiempo.
Primero, debe de realizarse un registro en el que cada usuario/a del banco del tiempo especifica los servicios que puede prestar y los que espera recibir y la cantidad de horas mensuales que puede ofrecer a la red.
Cada vez que alguien presta un servicio o vende un producto medido en “tiempo”, gana “tiempo” que se acumula en su cuenta. Las horas acumuladas se podrán canjear en recibir servicios o comprar productos cada vez que se necesite.
Cuando alguien recibe un servicio o compra un producto, se le descuenta de su saldo el coste en horas.